Lo que viene sucediendo en Sudáfrica no es un hecho aislado, es una señal de alerta del planeta.
El agotamiento de las reservas hídricas es una alarma tangible
y angustiante del cambio climático y de la intervención humana directa.
La
anunciada llegada, el 22 de abril, de la hora cero a Ciudad del Cabo
(Sudáfrica) inquieta: su población dejaría de recibir suministros de agua
y solo podría acceder a 25
litros al día, en puntos de abastecimiento. Se agotan
sus reservas hídricas debido a una fuerte sequía, al elevado crecimiento de la
población en el casco urbano y a la ausencia de fuentes alternativas y de
campañas sobre la importancia de los recursos básicos para la vida humana.
Preocupa el hecho de que Colombia ya viva los mismos síntomas, con una ligera
diferencia en la intensidad de la enfermedad, que aún no es tan drástica
como para sensibilizar las frías y egoístas conciencias ambientales de los
colombianos.
Una muestra de eso lo constituye el hecho de que muy poca gente recicle en su casa y haga uso responsable de los recursos. Claramente, son escenarios que se repiten en distinto grado en ciudades del Caribe y en otras regiones del país. Lo que viene sucediendo en Sudáfrica no es un hecho aislado: es la expresión, en la Tierra, del síndrome de Sjörgen; en efecto, las “glándulas” de la humedad del planeta se vienen destruyendo, causando una resequedad en las entrañas del mundo y en su piel, que empieza a cuartearse y extenderse como una dermatitis en diferentes puntos. Irónico es el agotamiento del recurso hídrico apto para el consumo humano, en un planeta donde el agua de mar abunda y que no hemos logrado aprovechar y que también estamos contaminando.
25 de febrero de 2018
OPINIÓN:
Las personas no somos conscientes de lo que estamos haciendo con el planeta o si lo somos decidimos pasar del tema porque no nos vemos afectados del todo, somos así de egoístas. Deberíamos ser más humanos respetando y cuidando el planeta ya no solo por nosotros sino por las futuras generaciones. Con esta noticia nos gustaría concienciar a la gente de lo que estamos haciendo con el planeta aunque cada vez son más las personas que reciclan en su día a día hecho que al menos reconforta un poco.
http://www.eltiempo.com/vida/medio-ambiente/la-tierra-y-su-sindrome-de-sjoergen-columna-de-andres-franco-herrera-186928
No hay comentarios:
Publicar un comentario