Jabalíes radiactivos merodean la ciudad japonesa de Namie, atacan humanos ocasionalmente.
Era el 11 de marzo del 2011 cuando un terremoto y tsunami sacudieron a Japón dejando más de 15.000 muertos. La tragedia conmocionó el mundo, varias zonas habían quedado devastadas y otra situación anómala empeoraría el drama que vivían los japoneses.En la estación nuclear de Fukushima, una de las ciudades afectadas por las catástrofes naturales, un reactor cedió a la dureza de los movimientos de la tierra y dejó bajo amenaza radiactiva a los habitantes de este lugar.
Después de la contaminación radiactiva a la que quedó expuesta Fukushima, sus habitantes la abandonaron y tras años de la situación – que incluso contaminó el agua del mar- decidieron no volver por un tiempo. Son cerca de 100.000 desplazados los que dejó este accidente.
En las horas y los días posteriores al accidente cerca de 1.650 personas fallecieron a causa del estrés y por complicaciones de salud.
En los últimos meses, animales que estuvieron expuestos a la radioactividad merodean la ciudad adueñándose de zonas. Los más visibles son los jabalíes radiactivos, que pasean por las calles de Namie, una ciudad situada cerca de la planta de energía nuclear que explotó en marzo de 2011.
Merodean esa ciudad como si fuera su nuevo hogar, comen en cada esquina y se reproducen sin control. No temen a los humanos que esporádicamente visitan el sector o a los que decidieron volver para habitar sus antiguas casas, después de que las autoridades japonesas dijeron que ya no había peligro nuclear.
Los jabalíes de Fukushima poseen niveles de radiactividad muy altos, 300 veces más de los estándares considerados seguros para la vida de las personas.
En Japón, la carne de jabalí era uno de los manjares. No obstante, desde el accidente radiactivo en Fukushima este animal es una amenaza.
En Tomioka, un pueblo cercano, el cazador Sakamoto lidera un equipo de 13 personas que han sido asignadas para capturar y matar a los jabalíes. Han colocado 30 jaulas trampa con harina de arroz como cebo y dos veces por semana recorren las calles con sus rifles. Ya han logrado cazar a más de 300 animales y Sakamoto asegura que continuarán su trabajo después de que la gente haya vuelto.
En nuestra opinión, nos da muchísima pena que se deba realizar una matanza abusiva de estos animales (entre otros) ya que ellos no son los culpables, si no que lo es el ser humano. Pensamos que a raíz de este hecho debemos tomar ejemplo, aunque eso sea ya irremediable, podemos deshacernos del resto de centrales nucleares y emplear otros medios para obtener las energías que necesitamos como son la solar o la eólica. De esta forma, si vuelve a suceder un fenómeno natural como un terremoto o un tsunami evitaremos este tremendo problema que conlleva la emigración de toda la población procedente de esa zona y la radiactividad en los seres vivos.
29.01.2018
http://www.lavanguardia.com/natural/20170314/42872068026/jabali-contaminacion-radioactiva-nuclear-fukushima.html